7.01.2010

Ablaciones en USA


La prensa estadounidense se ha hecho eco recientemente de una historia concerniente a un tal Dr. Dix Poppas, un pediatra y urólogo en el Weill Cornell Medical College y New York Presbyterian Hospital,creo que también es Jefe del Servicio, que practica operaciones quirúrgicas en niñas para reducir el tamaño de su clítoris.

Este individuo, el Dr. Poppas, cree que puede hacerlo sin dañar los nervios del clitoris, y para más inri, comprueba el daño del nervio o su sensibilidad, después de la operación,con dispositivos tales como un vibrador en las niñas y las chicas jóvenes.

Este tipo de intervención es una mutilación genital femenina, pura y dura. Ningún menor debe ser sometido a un doloroso y potencialmente dañino, y psicológicamente procedimiento tan traumatizante, y desde luego, no es lugar el hospital y el pediatra quienes lideren y recomienden dicha práctica, cuando los médicos que saben cómo funciona el cuerpo deben explicar a padres ansiosos de que esta "anormalidad" de sus hijas no es nada avergonzante.

El hospital debe tomar medidas estrictas: pedir perdón a las chicas jóvenes se han sido dañadas, finalizar con estas mutilacines genitales. La comunidad médica,las jóvenes,los padres,deben tomar una postura activa contra la Mutilación Genital Femenina, y tomar medidas contra el Dr. Poppas por abusar de su situación como médico por perpetrar este tipo de intervenciones.

Por otro lado hay una carencia en materia de educación sexual. Los casos de clitomegalía deberían observarse como una situación normal, un desarrollo más del cuerpo humano. Asunto dificil en una sociedad donde prima lo estético ante la salud.

Por ser una decisión muy personal, el conservar partes de nuestro cuerpo tal y como se han desarrollado, en estos casos, este tipo de intervención, debería requerir una mayoría de edad del paciente, asesoramiento médico y evaluación psicológica como en los casos de intervencion para cambio de sexo.

Esta entrada esta basada en una acción cívica contra el mencionado Dr. Poppas de Cornell University and Medical School por Pema Levy

2 comentarios:

Monja Indignada dijo...

Todo esto me suena un poco raro. En todo caso, que el médico y el hospital pidan disculpas por tales acciones no me parecen medidas en absoluto estrictas. Me parece más bien una tomadura de pelo.

Mara Kahná dijo...

Más bien lo que se pide es que estas disculpas sean públicas, lo que supone ya una cierta admisión de culpabilidad. Que luego les caígan demandas civiles multimillonarías es otro asunto.Si no admiten o no piden disculpas públicamente, le integridad del centro queda en entre dicho, y allí eso supone perder mucho dinero.
En USA las grandes cagadas hay que admitirlas. Nixón cuando dimitió hubo de admitir que había mentido con lo de Watergate.Ahí acabó su carrera política. Las fumadas del puro de Clinton se tuvierón que admitir, le podía haber costado el cargo por pinocho.
Son así.

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